lunes, 2 de agosto de 2010

Último día de trabajo en la casa del niño Julito

Lima,
Marzo, 1945

Hoy fue el último día que trabajé en la casa de Julito. Con mucha pena, pero la verdad es que primero es mi dignidad. Cómo es posible que un jovencito como Santiago abuse de mí de esa manera, yo soy una persona que merece ser tratada bien.

El joven Santiago abusó de mí sexualmente, así es. Ahora si me siento libre de decirlo: en pocas palabras, fui violada.

No fue la primera vez; pero sí la última. Julius estaba conmigo en mi cuarto y Santiago entró, lo votó y me violó una vez más. No, nunca dije nada por lo que era el hijo de mi patrona, pero yo ya estaba harta de que abusaran de mí en esa forma tan cruel y descarada. Celso y Daniel, que también estaban enterados, no hablaban por la misma razón, pero Nilda no pudo más con el maltrato y me liberó.

Yo ya no pude más y renuncié. A quien más extrañaré será a Julius, yo ya me sentía como una madre para él.


Mis maletas afuera de la casa del niño Julito


Vilma

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