Ayer conocí a mi prince charming. Estaba en una reunión donde Sissy Montagne y estábamos tomando unos gin and tonic y de pronto volteé y vi a un hombre un par de años mayor que yo que parecía el conde de alguna ciudad española. Churrísimo darling. Pero una mujer con clase no se acerca a hablarles a los hombres. Por suerte Sissy se acercó y me dijo “Susan, quiero que conozcas a mi primo Juan Lucas” y me llevó del brazo justo hacia él. Nos miramos y me sentí tan cómplice; supe que había una conexión y empezamos a hablar… nos reímos mucho, me contó de sus proyectos. Se notaba un hombre serio, con muchas aspiraciones en la vida y encima me tenía loca con su particular sentido del humor y su sonrisa de actor de Hollywood, darling.
Rápidamente me di cuenta que era el hombre que quería y el modelo que necesitaban mis hijos. Sería un excelente padrastro: le enseñaría de negocios a Santiaguito, practicaría deporte con Bobby, engreiría como a una princesa a Cynthia y sería la figura paterna que casi no tuvo Julius. Juan Lucas no tiene hijos pero siempre ha querido tener y cuidarlos… lo que sí tiene sobrinos a los que visita y compra cosas en sus viajes. Siento que mi vida vuelve a cobrar sentido, que vuelvo a tener una ilusión.
Siento que yo también le gusto pues me miraba y me hecho algunos piropos sobre mi “encantadora sonrisa” y mi elegancia varias veces. Hemos quedado en salir un día de estos. Me va a llevar a un café nuevo que han abierto en San Isidro y dice que se muere por conocer a los niños.
Mi cara al ver a Juan Lucas
Sofía Caravedo,
Susan Linda
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