sábado, 31 de julio de 2010

Poco tiempo antes del recital

Lima
Noviembre, 1945

El jovencito nunca podrá asistir a mi recital, él no emprende bien sus lecciones. No hace más que quejarse y quejarse, ¡Lo que necesita es disciplina! No sé que enseñarán en casa. En cambio, yo emprendo disciplina. Mala postura, reglazo. Monyecas bajas, reglazo. No emprende lecciones en casa, reglazo. Se sigue rogando puntualidad. Tiempo de atraso, tiempo menos de lección. Si él hacer esto, podrá asistir a mi siguiente recital. Por el contrario, se necesitarán más alumnos, o el negocio se irá a la quiebra. 

Se necesitan alumnos talentosos con disciplina, y Julius es mi único alumno. El jovencito no tiene talento, menos disciplina. No emprende bien sus lecciones. Siendo la nieta de Beethoven, merezco alumno mejor. El negocio se va a la quiebra, no tengo dinero, y el Judío mordaz no paga la renta. Él interferir en mi recital, y se le echará a la calle.

No tiene dinero para pagar, y yo necesito el dinero. Pero no podré botarlo. Durante las nieves, no se echa a nadie a la calle. Es un judío mordaz, sí, no tiene respeto hacia mi trabajo. Espantó a mi alumno más talentoso, malogró el anterior recital. Este recital lo tengo que emprender yo sola. Él malogra recital de nuevo, será echado a la calle cuando pasen las nieves. En invierno no se echa a nadie a la calle. 

4:59. La puntualidad es apreciada, es necesario salir al escenario a emprender la función. Tiene que ser un buen recital, pero mis dedos están congelados, el invierno es muy crudo. Es necesario seguir tejiendo chales, las nieves van a empeorar. 5:00, el recital comenzará a ser emprendido. Se espera que un alumno talentoso desee emprender lecciones conmigo al terminar el recital. 

Pensando en mi querida Alemania.
Ahí la gente sí es puntual

Frau Proserpina

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